Y así es, no paro de darle vueltas "al coco"... y... cómo voy a plantear esto¿? y porqué no pruebo esto otro¿? y porqué no mejor esto ¿? El caso es que hasta durmiendo, a veces, me cuesta concebir el sueño pensando en qué hacer para conseguir aprendizajes significativos en mis pequeños exploradores.
¿Porque de qué vale enseñar algo si en unos días lo van a olvidar? Lo mejor es buscar diferentes metodologías; juegos, concursos, canciones, actividades.. cuyo centro sea siempre el mismo que queremos conseguir, para que a la vez que los niños refuerzan los contenidos, mejoren su autoestima al darse cuenta que dominan el temario.
Pero ahí está el culpable de mi continua actividad cerebral, la necesidad de innovar ya que no podemos repetir siempre los mismos juegos o actividades por que, como ya sabemos, los niños no son tontos y si no creamos en ellos cierta inquietud, por saber que es lo que va a suceder, perderán el interés.
Quizá a veces le doy demasiadas vueltas, pero es de esta forma como siento que realmente estoy haciendo un trabajo bien hecho.
Seguiré vagando por mundos llenos de creatividades...
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